En todo negocio exitoso, existe alguna decisión clave que desencadena un proceso de crecimiento explosivo, una decisión que marca toda la diferencia entre el éxito y el fracaso… La idea de este “efecto mariposa” significa que acciones minúsculas pueden provocar efectos considerablemente grandes.
¿Qué es el efecto mariposa? Hacia 1960, el meteorólogo Edward Lorenz se dedicaba a estudiar el comportamiento de la atmósfera, tratando de encontrar un modelo matemático, un conjunto de ecuaciones, que permitiera predecir a partir de variables sencillas, mediante simulaciones de ordenador, el comportamiento de grandes masas de aire, en definitiva, que permitiera hacer predicciones climatológicas. Lorenz realizó distintas aproximaciones hasta que consiguió ajustar el modelo a la influencia de tres variables que expresan como cambian a lo largo del tiempo la velocidad y la temperatura del aire. El modelo se concretó en tres ecuaciones matemáticas, bastante simples, conocidas, hoy en día, como modelo de Lorenz. Pero, Lorenz recibió una gran sorpresa cuando observó que pequeñas diferencias en los datos de partida (algo aparentemente tan simple como utilizar 3 ó 6 decimales) llevaban a grandes diferencias en las predicciones del modelo. De tal forma que cualquier pequeña perturbación, o error, en las condiciones iniciales del sistema puede tener una gran influencia sobre el resultado final. De tal forma que se hacía muy difícil hacer predicciones climatológicas a largo plazo.
Los datos empíricos que proporcionan las estaciones meteorológicas tienen errores inevitables, aunque sólo sea porque hay un número limitado de observatorios incapaces de cubrir todos los puntos de nuestro planeta. Esto hace que las predicciones se vayan desviando con respecto al comportamiento real del sistema. Lorenz intentó explicar esta idea mediante un ejemplo hipotético: sugirió que imaginásemos a un meteorólogo que hubiera conseguido hacer una predicción muy exacta del comportamiento de la atmósfera, mediante cálculos muy precisos y a partir de datos muy exactos. Podría encontrarse una predicción totalmente errónea por no haber tenido en cuenta el aleteo de una mariposa en el otro lado del planeta.
Ese simple aleteo podría introducir perturbaciones en el sistema que llevaran a la predicción de una tormenta. De aquí surgió el nombre de efecto mariposa que, desde entonces, ha dado lugar a muchas variantes y recreaciones. Esta idea queridos lectores, es la que quiero manifestar hoy aplicada al mundo empresarial.
Todos hemos escuchado alguna vez, lo importante que es la correcta toma de decisiones en las empresas. En las organizaciones y en su entorno son muchas las mariposas que aletean sin que los gerentes se preocupen por el impacto que tienen estas fuerzas capaces de generar una consecuencia/impacto severo en la organización en el mediano y largo plazo.
Nuestra experiencia como consultores, nos ha demostrado que el “efecto mariposa” se cumple día a día en las empresas. Tomar mal una decisión, por muy insignificante que parezca, puede llevar a una situación catastrófica o hasta a veces el fracaso, la empresa que gobernamos. Estas decisiones pueden ser muy diversas como la importancia de contratar empleados que parezcan “buenos”, dar más crédito a nuestro “amigo-cliente” que nos ha comprado durante toda la vida y que tantas veces hemos compartido algún que otro asado o dejar de vender un producto que fue el boom en su momento y que ahora no lo parece tanto y una larga lista de decisiones que mal tomadas pueden llevarnos a la ruina. Por lo tanto, queridos lectores, lo que les quiero significar con esto, es que la clave no está en la ventaja que puedan tener los recursos en sí mismos, sino en la forma como las empresas administran esos recursos, el conocimiento, el estilo gerencial, la comunicación, la información, la visión, los valores; en definitiva en su cultura corporativa.
La Gerencia debe simplemente decidir, mover sus alas, bajo una información veraz y actualizada, que le deben de proporcionar sus subordinados. La información que manejamos debe de ser real, rápida, clara y útil, la cual debe permitir que los profesionales reduzcan al máximo el error en la toma de decisiones.
Por esta razón, los invito a que analicen cada uno de los departamentos de sus empresas, que investiguen que información nos pueden proporcionar cada uno de éstos, para elegir las alternativas que nos lleven a la toma de decisiones acertadas desechando aquellas que no lo son. Teniendo en cuenta este análisis podemos evaluar mes a mes la situación de la empresa, analizar donde estamos parados, hacia donde queremos ir y cuales son las causas que nos están desviando de nuestros objetivos empresariales.
De esta manera, aunque no lo crean, tenemos medio éxito conseguido.

Recordemos… «Que nuestro vuelo no sea nuestra caída